Yoga para desintoxicar el hígado

La práctica del Yoga busca en todo momento el equilibrio y balance de todas las funciones del cuerpo.

Pese a la capacidad de regeneración del hígado, nuestro gran depurador, el abuso en la alimentación de grasas, azúcar, alcohol, etc. lo enferman.

Algunos síntomas asociados a un mal funcionamiento de este órgano, desde el punto de vista de la medicina tradicional china, son: dolor de cabeza, problemas oculares (especialmente del ojo derecho), sensación de calor interno, fibromas, síndrome premenstrual, problemas de tiroides, dolor de cadera… y también emociones como la ira o la impaciencia.

Además de la alimentación, la respiración también influye fuertemente en el buen o mal funcionamiento del hígado, ya que este se encuentra justo debajo del diafragma. Los movimientos de la respiración lo masajean y ayudan a su propia movilidad, provocada por la circulación de la sangre. Justamente el hígado es uno de los órganos que más sangre almacena.

Asana Yoga Guerrero lateral
Imagen de AndiP en Pixabay
Asanas para depurar el cuerpo

La práctica del Yoga busca en todo momento el equilibrio y balance de todas las funciones del cuerpo. Las diferentes posturas o asanas trabajan en este sentido y algunas son especialmente indicadas para favorecer la buena salud del hígado.

Por ejemplo, las torsiones estimulan la circulación sanguínea y ayudan a desbloquear y purificarlo. Las inclinaciones laterales hacia el lado derecho, que comprimen el hígado, también ayudan a expulsar toxinas, o los pranayamas, como la respiración de fuego que en Kundalini Yoga es una gran aliada.

La postura conocida en Kundalini Yoga como estiramiento del gato (tumbados boca arriba, con los brazos en cruz, recogiendo una rodilla al pecho y llevándola hacia la cadera contraria, o si se quiere avanzar más hacia el hombro contrario), supone una presión en la zona del hígado, contrayéndolo y tonificándolo. Al mismo tiempo se moviliza el intestino y hay un ajuste de toda la espalda.

O el trabajo en el lado derecho del cuerpo, presionando la zona del hígado, como Ananthasana (estiramiento lateral de pierna), que cuando se hace recostándonos en el suelo del lado derecho y con respiración de fuego, estimula el meridiano de hígado, regenerándolo.

Te invitamos a que practiques esta Kriya para el hígado y la vesícula: «la ira y el crecimiento».
¡SAT NAM!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *