¿Hay que saber Anatomía para hacer Yoga?

No, en principio no hay que saber de Anatomía para practicar Yoga. Ahora, si la práctica de Yoga es sincera, vas aprendiendo poco a poco. La clave está en que, tras las indicaciones de la profesora, tu cuerpo empieza a moverse para construir un asana o entrar en un movimiento determinado, y… ahí empieza todo!! Aparecen músculos que ni sabías que tenías, sientes tu cuerpo «como un tronco», apenas llegas a tocarte los dedos de los pies, ¿te suena? Acortamiento por aquí, contractura por allí, hiperlaxitud más allá….. Unas veces es debido a unos hábitos posturales insanos y otras a unas condiciones que traemos «de fábrica» que hacen que pueda parecer que «el yoga no es para mí». Y, nada más lejos de la realidad, el conocer esas condiciones, aceptarlas y practicar con ellas hacen de la práctica del Yoga una experiencia consciente plena, desde ahí reconociendo en cada momento tu realidad, podrás realizar una práctica adecuada, retadora y exigente a la vez que posible, sostenible y cómoda y sobre todo… segura. Según Guru Prem Singh, «la práctica es fácil o es incorrecta». Las dificultades se irán superando, tus hábitos posturales cambian, tu condición física mejora y con ellos todo el funcionamiento de los sistemas internos.

Y un día te das cuenta que tu vida está cambiando.

Así que igual si, igual saber algo de Anatomía te puede ayudar a conocer mejor tu cuerpo, a investigarte y avanzar en una práctica segura adaptada a tus condiciones presentes, así como te encuentres cada día; te permite reconocer el efecto y los beneficios profundos del yoga en los sistemas internos (digestivo, endocrino, circulatorio….) e incluso elegir una serie o kriya que trabaja sobre determinados órganos y sistemas (en kundalini tenemos kriya para las suprarrenales, para los riñones, para la columna, para el sistema digestivo….).

Profundizando en las sensaciones físicas te aparece las sensaciones sutiles, esa Anatomía Sutil formada por los Chakras y nadis (canales de energía) y cuerpos energéticos. Y este es el verdadero trabajo del yoga: movilizar la energía, en cada asana, cada pranayama…. un movimiento interno sutil que te lleva a sentirte más allá de ti. Te lleva a una profunda experiencia de la Vida.

Y esto ocurre, sepas de Anatomía y Fisiología o no, le pongas nombre o no. Si la práctica de Yoga es sincera, será transformadora.

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